Valores


La bulimia es una enfermedad que generalmente se da a causa de los factores sociales, tales como las burlas de los compañeros, las críticas, los murmuros a tus espaldas, los apodos, el bullying, todas aquellas cosas que hacen las personas con las que convivimos día con día que nos hacen sentir como si no perteneciéramos, nos hacen sentir que hay algo mal con nosotros.

Lamentablemente muchas veces las personas tienen una muy baja autoestima y necesitan de la aceptación de los demás para poder sentirse bien, y es ahí donde todo comienza ya que al no sentir la aceptación del grupo al que queremos pertenecer, intentamos cambiar nuestra imagen, compramos la idea que nos vende la sociedad, aquella en la cual nos venden la imagen de que una persona feliz, amada y realizada, es aquella que tiene un cuerpo delgado.

Por consecuencia buscan cualquier método y recurren a cualquier cosa para poder lograr tener una imagen como esta. Cualquier tipo de persona puede llegar a caer en este problema, tanto personas que sufren de sobrepeso y están desesperadas por lograr imitar la imagen que nos venden, como también hay personas que tienen un cuerpo saludable, pero al no quererse y valorarse lo suficiente, compran la idea, y caen en el mismo problema.

Dejan de comer, y como consecuencia pierden energía, tienen severos dolores de cabeza, entre otros síntomas hasta que llega un momento en el que no pueden más y comienzan los atracones de comida, una vez que se dan cuenta de lo que hicieron se sienten muy mal con ellas mismas y se provocan el vómito.
Esto afecta mucho más su autoestima, ya que se sienten mal ya que no pueden verse como las personas en las revistas a las que nos muestran como “perfectas” y aparte se odian a sí mismas por no poder controlar su deseo de comer.

Es un círculo que no acaba, y todo es por no tener la suficiente autoestima, por no saber que cada quien es perfecto tal como Dios nos creo, que todos somos la obra maestra de Dios, la más perfecta, la más hermosa, y que lo que los demás piensen de nosotros no es lo que importa, si no que lo que importa es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos, ya que si aprendemos a valorarnos, aprenderemos a ser felices y estar agradecidos con lo que tenemos, seamos como seamos.

Somos personas únicas, irrepetibles creadas a imagen y semejanza de Dios, cada quien con virtudes y cualidades diferentes, cada quién con dones y talentos que nos hacen diferentes a los demás.


Nuestra vida es algo muy valioso, es un regalo que Dios nos ha dado, pero pocas veces llegamos a apreciar realmente el significado que tiene la vida misma, no siempre nos detenemos un poco y nos damos el tiempo de pensar acerca de qué significado tiene para nosotros nuestra vida.

Pero si de vez en cuanto hiciéramos un alto en nuestras actividades, y nos pusiéramos a pensar en todo lo que tenemos, no materialmente, si no en nuestra familia, nuestros logros, nuestros amigos, aquellas personas con las que sabemos que podemos contar, el tener la oportunidad y el regalo de amanecer cada día; Si nos pusiéramos a pensar en todo esto, nos daríamos cuenta de que la vida es perfectamente hermosa, empezaríamos a valorar más todas aquellas cosas que Dios hace cada día para enamorarnos, tan simple como el cantar de los pájaros al amanecer, así como ver caer el atardecer, la brisa rosando por nuestras mejillas, o los rayos del sol acariciando tu cuerpo, todas esas cosas con las que Dios nos demuestra su amor, cosas en verdad hermosas, pero que a veces no podemos apreciar por el ruido que existe en la sociedad.

Nuestra vida está completa, tenemos todo lo que necesitamos, Dios nos da todo aquello que necesitamos, y  nos pone a nuestro lado a aquellas personas que tienen que estar ahí con nosotros, nuestra vida forma parte de un plan perfecto que Dios desde antes, tenía perfectamente pensado, un plan donde todos y cada uno de nosotros tenemos un papel importante. Si pudiéramos apreciar estas muestras de su amor, y todas las cosas que nos da día con día, no caeríamos en trastornos psicológicos como la bulimia.

Es importante valorar absolutamente todo lo que tenemos, valorar lo que somos, valorar a quienes nos rodean, darnos cuenta que somos un tesoro, somos la obra maestra de Dios, somos únicos, aprender a darnos el valor que merecemos, aprender a amar la vida y amarnos a nosotros mismos, tal y cómo somos, aún con nuestros defectos, ya que nadie es perfecto, solamente Dios, y es por eso que tenemos que aprender mucho de él, tratar de imitarlo, ya que si nuestro ejemplo y nuestros ojos están en él, no seremos perfectos, pero estaremos más cerca de serlo, ya que podremos reflejarlo a él e nuestra forma de ser.




¿No creemos que verdaderamente exista un sentido en nuestra vida? Entonces con certeza puedo decir que no han conocido el amor de Dios, ya que si hay algo que le da sentido a nuestras vidas, es su amor, el saber que él cada día hace lo imposible para que lo ame, cada día busca la manera de llamar mi atención, cada día me vuelve a enamorar, y es por eso que mi vida tiene un sentido, es por eso que se cuan valiosa soy, porque Dios me ama, porque sé que soy una obra maestra, la obra maestra de Dios, porque he aprendido a valorarme, y me he dado cuenta de que yo valgo tanto, que Dios mandó a su hijo único por mí, por ti, por nosotros, porque somos tan importantes para él que lo mando por nuestra salvación.